Cuando era
adolescente, (con una mente ágil e inquieta), quedé fascinada ( junto con un
grupo de compañeros del secundario), con nuestro brillante profesor de filosofía E. Hernández.
El gran filósofo,
tenía un grupo de filósofos trabajando a su lado, y estaban al acecho y al
estudio de “Como lograr implementar y revalidar el pensamiento Latinoamericano”,
la teoría, que además de genial y necesaria era muy profunda, orbitaba sobre la idea
central del que el latinoamericano, al ser una mezcla de especies, no podía de
ningún modo ser un ser RACIONAL, la racionalidad siempre niega algún aspecto,
eso no sería lógico para nosotros que somos una mezcla de todo tipo y color.
Es decir, decía
nuestro amigo, las bases científicas de Kant y de Aristóteles, nos complicaron
la vida. Porque nos hace renegar de aspectos centrales sobre quienes somos
nosotros naturalmente ….decía también, que la base de nuestro pensamiento está sostenida sobre una idea de justicia…( no
de racionalidad) ¿ interesante pensarlo, no?
Para ejemplificar
un poco: ¿Qué lógica tiene la de un gaucho que se levanta a las seis de la mañana, y toma mate
hasta las 11 antes de empezar a trabajar?, ¿Qué lógica tiene que no haya dinero
disponible y lo poco que hay se gaste en un encuentro entre familias un
domingo? Qué lógica tiene apasionarse por un equipo de fútbol hasta las
lágrimas…
En fin, sobrarían
los ejemplos de nuestra lógica “ no racional”, pero la idea es que eso SOMOS y
eso deberíamos empezar a validar, porque la racionalidad, reniega de tres
aspectos básicos ( decía sabiamente nuestro profe amigo), que son la SENSIBILIDAD, LA PASIÓN Y EL MISTERIO..
no hay en la vida de un latino un desconocimiento de estos tres aspectos y
vanos son los esfuerzos por taparlos….
La teoría sigue y
brilla en todos sus aspectos, pero hoy
la traslado a la imagen corporal y la nutrición ¿En qué mundo latino, la mujer
es tan delgada?¿En qué mundo latino la mujer es tan rubia y blanca?¿En qué
mundo latino no disfruta de una buena comida?
Entonces.. ¿ por
qué seguimos queriendo tener sub peso y nos sentimos en falta con un síntoma
tan saludable como EL APETITO. Por qué nos enojamos, cuando una lechuga no nos
sacia, cómo si algo estuviese mal en nosotros . Por qué no debemos mostrar las
estrías de los embarazos ¿ no es acaso una parte central de nuestra historia? ¿
Por qué no deben conocerse los granos o marcas de la cara ¿ no tendrán rasgos
característicos de mi linaje familar? ¿?¿?¿?¡
Continúo el
legado de mi profesor y propongo la revisión de la imagen corporal tratando de
validar una imagen real y
que refleje a una latinoamericana, lo
primero que se me manifiesta es que es morocha,
de cutis oscuro y bastante caderona ( que de paso aclaro, que las
caderas guardan la grasas que favorecen la lactancia.. ¿no es preciosa esa
cadera, pensada de ese modo?
Creo que también
es una imagen de alguien apasionado que disfruta comer con familia y amigos y
que no come “como como un pajarito, con
el estómago pequeño, todo light, y en cantidades minúsculas”. El esfuerzo
desmedido de ser eso, solo nos conduce a un ridículo malestar (por no ser de
juguete) y a no valorar lo maravilloso de ser mujeres verdaderas.
Qué vivan los
talles normales, las caderas grandes y las mujeres a quienes les pasan cosas
normales de humanas!!
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