La sola mención de la “vianda” genera una especie de urticaria. ¿Será que pone en evidencia que no hay mucho orden en la alimentación de la familia? Programar una vianda se nos representa como un trabajo EXTRA, que exige ese orden que no sabemos bien cómo lograr.
Esta tarea suele estar en cabeza de la mujer, y se suma a la de trabajar todo el día, tener la casa limpia, la comida lista…
En este artículo intento brindar algunas sugerencias para desdramatizar la preparación de las viandas y cumplir con la exigencia de que sean nutritivas y ricas.
La primera premisa a tener en cuenta es que no podemos controlar lo que nuestros hijos comen. NO SOMOS OMNIPRESENTES... A medida que los chicos crecen se pasan más horas fuera de casa (problema para algunas, alivio para otras) y esto necesariamente genera ámbitos de mayor autonomía en las comidas.
Y sí, ellos eligen, y en sus elecciones están influidos por las propagandas, las modas, sus gustos personales, los hábitos adquiridos y a cierta edad parece inevitable, que la comida “chatarra” o de escaso valor nutricional, sea lo que más les tienta.
Entonces debemos elegir para las viandas los alimentos de mejor calidad que podamos, así de la chatarra y sus secuaces (golosinas, gaseosas, comidas rápidas, snacks) se ocupan ellos solitos.
No hace falta que se lo potenciemos “como mimo”, pensemos mejor que los mimamos mucho armando esta vianda, así que con calma y respirando hondo, ya tenemos nuestra segunda premisa: nuestra vianda NO incluye ni golosinas, ni juguitos de caja, ni gaseosa ni postrecitos. Con esto aclarado seguimos aprendiendo...
Entonces tenemos que asegurarnos que lo que les mandamos sea rico, suficiente para que no se quede con hambre (y se la saque con golosinas), y con buen valor nutricional. Nuestras viandas estarán compuestas por:
Alimentos energéticos: justamente, dan energía, tienen hidratos de carbono y/ó grasas.
Alimentos reguladores: en los que predominan las vitaminas y los minerales.
Alimentos plásticos ó formadores: en los que predominan las proteínas.
La tercera premisa: resolvemos las viandas de nuestros hijos con conocimiento y criterio.
ALIMENTOS ENERGÉTICOS
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ALIMENTOS PLÁSTICOS O FORMADORES
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ALIMENTOS REGULADORES
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Cereales: arroz, trigo, avena, cebada, centeno, quinoa, amaranto, mijo, harinas y derivados, féculas, pastas.
Legumbres: porotos (todos), lentejas, garbanzos, arvejas secas y las harinas en derivado.
Aceites: Girasol, oliva, chia, canola, maíz
Frutas secas: Almendras, nueces, castañas, maní, avellanas
Semillas: Lino, chia, sésamos, zapallo, amaranto, quinoa
Palta, Aceitunas y Coco
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Carnes ( a los que no adhiero demasiado, ya lo saben)
Lácteos: ricota, yogur queso, huevo, tofu,
Legumbres porotos (todos), lentejas, garbanzos, arvejas secas y las harinas en derivado.
Combinar cereales con, legumbres
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Vegetales: todos verdes, de otros colores, con almidón.
Frutas: todas ( secas y frescas) Semillas: Lino, chia, sésamos, zapallo, amaranto, quinoa Agua: “La bebida de los pueblos sanos” |
Ahora, la regla para el armado de la vianda:
A) Si la comida a consumir en el ámbito escolar es una merienda o colación, sería bueno que incluya dos, o como máximo tres alimentos, preferentemente uno energético uno plástico y uno regulador.
Por ejemplo:
Una bebida láctea (yogur o leche), una fruta (manzana ó banana que son bien aceptadas) y una barra de cereales ó de semillas (les cuento que ahora hay amaranto y quinoa en copos, y hay almohadas de avena, riquísimas y buenas como opción).
- Si la comida a consumir en el ámbito escolar es un almuerzo, sería bueno que incluya un alimento plástico, dos reguladores y dos o tres energéticos.
Por ejemplo
Un huevo, vegetales, (por ejemplo tortilla o croquetas de espinaca), cereales o pasta (una porción de arroz) y una fruta.
Y nuestra cuarta y última premisa: confiamos en los que les damos porque...
Sin duda el mejor alimento del mundo para todos, y ninguna vianda podrá superar, es el AMOR.
Así que a desdramatizar las viandas y que sean otra oportunidad para darles ese amor que tan bien nutre a los niños.