viernes, 29 de noviembre de 2013

Palabras Grandes: "Olaph, el muñeco de nieve"

Un encuentro, único, encantador, un deleite, con mi amiga consultante Mica, de 9 años de edad, estuvimos leyendo cuentos y concluyendo sobre la importancia de la autoestima, tener cuidado con los ojos que miran y los ojos que miramos, reconocer nuestras capacidades, alentarnos, y de ahí surgió este cuento, bello, profundo y hermoso, como Mica, su autora...




"Olaph, el muñeco de nieve"


Olaph, era un muñeco de nieve, que tenía un aspecto raro, porque era rosado
Era muy gracioso y amable, pero todos le decían :"Muñeco pelado"
El era especial, muyyy amable.
Cada vez que quería buscar novia, se acercaba y decía :" - Hola", y le decían  : -"Hola muñeco pelado". Olaph se ponía furioso y triste, hasta volverse rojo como un tomate, porque estaba harto.

Decidió buscar una cualidad, para que todos lo reconozcan por su amabilidad, y empezó a hacer yoga, para que todos vean su relajamiento interior, pero nadie le prestó atención.

Intentó hacer varios deportes, hasta bailarina, pero un día se fue a buscar a una hada para que lo haga igual a los demás y lo acepten.

Llego después de mucho caminar a una casona, donde había una hada que le dio un encantamiento para que empiece el día blanco y amable.
Pero esa mujer no era una hada, era una bruja disfrazada y le dio un encantamiento en forma de tortita.

A la mañana siguiente,cuando Olaph decidió tomar el desayuno, probó la tortita, y quedó violeta y torpe.

Olaph buscó una solución, decidió esconderse hasta encontrar un tarrito de pintura blanca. Al encontrarlo, Olaph, decidió tirársela encima, pero a los siete minutos ( era de secado rápido), se volvió inmóvil y no pudo respirar por un largo tiempo.
Entonces buscó a su mejor amigo en todo el mundo, Moni,
Moni, le sacó la pintura y le dijo : " Eres como eres, más te vale aceptarlo así, si no , tal vez no seas más un muñeco de nieve".

Olaph decidió volver a buscar una casona de hadas. Buscó en revistas, diarios, GPS, hasta en la guía telefónica.
Olaph encontró una hada : " La señorita china" ( se llamaba así porque era china), no era bruja, y le dijo : "- Yo te haré rosado, pero no cambiaré tu color ni tu personalidad"
Olaph decidió entonces aceptar los dos consejos, el de su amigo Moni y el de la señorita china y decidió decírselo a todos los demás.

Al día siguiente se vistió lo más ridículo que pudo ( algo no habitual para un muñeco de nieve que solo usan bufanda, gorro y nariz de zanahoria).
Olaph se puso un tomate como nariz ( en lugar de la zanahoria), un sombrero de Máexico, y en lugar de bufanda se puso un collar de perlas. Se puso tacones y un vestido, aún siendo hombre, y salió muy ridículo y dijo:

"_ Yo me visto así de raro para que se pan que no importa como soy, si blanco o rosado, soy solo un  muñeco de nieve"

Al día siguiente todos los muñecos de nieve recordaron el mensaje de Olaph de aquel día.
Desde ahí todos aceptaron a Olaph y nunca más lo rechazó ninguna novia.

Y colorín, colorín colorado, tiramos bombas de nieve para que este cuente se haya terminado.

Mica ( 9 años)


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